La historia de Tanabata

La Historia de Tanabata:

Todo pasó en el cielo hace muchos años. Una princesa llamada Orihime estaba al servicio de un rey. Todos los días trabajaba frente al telar hilando hermosas telas. El Rey sorprendido por lo trabajadora que era, quiso que se casara. Al otro lado del cielo, cruzando Ama no Gawa (Vía Láctea) vivía Hikoboshi, trabajador y buena persona, al que fue presentado a la princesa. Llegó el día del casamiento y el Rey les deseó mucha felicidad, con quien se comprometieron a hacer las telas más hermosas y seguir trabajando. Pero… disfrutando de los bonitos días, se olvidaron de lo prometido al Rey. Éste al enterarse, mandó a la princesa a que volviera al otro lado del Ama no Gawa y vivir así, separada de Hikoboshi. Ambos pasaban días y noches llorando. El Rey al darse cuenta de la tristeza, decidió que podían encontrarse una vez al año, el 7 de julio. Para el reencuentro Orihime debía cruzar la extensa Vía Láctea, por lo que las urracas extendían sus alas formando un puente. Así Orihime podía cruzar más rápido. Sin embargo, en los días de lluvia no se podían encontrar ya que el puente no se formaba. Por este motivo, Orihime y Hikoboshi todos los años escriben en los Tanzaku (Tarjetas de los Deseos), ¡Qué no llueva! Y, hoy en día, si por las noches miramos el cielo Orihime y Hikoboshi están separados por la Vía Láctea. Datos Curiosos: Hace mucho tiempo, las personas utilizaban los fenómenos naturales para dar cuenta de muchas cosas, y las estrellas eran unas de ellas. Por ejemplo, las estrellas de Orihime y Hikoboshi daban señal del comienzo de la actividad agrícola. En el Período Nara (710 d.c. – 794 d.c.), este Festejo se realizaba con el deseo de que las mujeres pudieran perfeccionarse en el tejido y en el bordado. También, en Koto (Arpa Japonesa), Shiika (Poesía y Versos Japoneses) y en Shodo (Caligrafía Japonesa). Luego, en el Período Muromachi (1336 d.c. – 1573 d.c.) se introdujo la costumbre de escribir canciones en una hoja de un árbol y colgarlo en las cañas de bambú. A partir del Período Edo (1603 d.c. – 1867 d.c.) se introdujo la costumbre de escribir los deseos en los Tanzaku, como en la actualidad.

 

En los Tanzaku se escriben los deseos, pero no se limita solamente en letras, sino también, se pueden realizar dibujos, como las verduras que se pueden cosechar en esa época o el estado del cielo por las noches.

Sensei les contó acerca de esta tradición milenaria sobre el día de las estrellas. Se trabajó en la sala decorando el sasano ha (caña de bambù) con guirnaldas, estrellas y el Tanzaku con sus deseos. Los nenes de la sala naranja se prepararon para dramatizar la historia de Tanabata. Se le asignó a cada niño un rol para representar. Prepararon vinchas y la escenografía con ayuda de los nenes de la sala azul. Mientras tanto iban incorporando más la historia ya que las prácticas eran a partir del juego.

Después de muchos ensayos y preparativos, por fin llegó el día tan esperado por todos: 7 de julio; el día en que los deseos se cumplen, con nervios, y risas, cada niño pudo representar su rol frente al resto de los niños del jardín.

El festejo finalizó con una rica merienda compartida y llevándose cada uno su souvenir hecho por ellos. Qué lindos que quedaron!

La Historia de Tanabata SALA NARANJA IRIS TURBIO -REIKO SANAGI

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